Por su ligereza, su alto aislamiento térmico (ya sea frío o caliente) y su resistencia a bacterias y hongos, es ideal para transportar productos farmacéuticos, alimentos y productos perecederos.
Ideal para embalaje de productos eléctricos, electrónicos (audio y vídeo), de cerámica y aquellos productos que por su fragilidad requieran de protección a los golpes.
Se diseñan en diferentes densidades de acuerdo a las necesidades de los fabricantes; por tratarse de un material con gran poder de absorción a los impactos, ligero y debajo costo.